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El grupo Huatusco, cuyo objetivo ha sido analizar por qué la economía mexicana no crece más rápido, se reunió en su edición XV. Se decidió que a partir de la próxima reunión, ésta se denominará “Seminario Javier Beristain”, en homenaje a su convocante original.
De inicio se reconoció que tras quince años de escudriñar las causas de ese lento crecimiento, el diagnóstico no es concluyente. Quizá por eso en esta ocasión la atención se concentró en temas institucionales, en específico crecimiento y comercio; efectos de la nueva política migratoria de EU; impactos económicos de la Constitución de 1917; y, perspectivas para un Estado democrático liberal. Los miembros, la mayoría economistas, abordaron esos temas con auxilio de juristas y politólogos; esto aportó perspectivas interesantes.
Dejando de lado la discusión acerca del impacto del gobierno del Presidente Trump, las conclusiones son poco alentadoras. Se reconoció que, a 100 años de su promulgación, la Constitución de 1917 inhibe el crecimiento económico en México.
Atención especial recibió la orientación constitucional hacia una intervención excesiva del Estado en la economía, que resulta de la necesidad de acotar los derechos individuales, para dar cabida a los derechos sociales (artículos 3, 27 y 123). En esencia, se identificaron derechos contrapuestos, que desembocan en contradicciones que dan lugar a conflictos sociales. Esa persistente convulsión es un obstáculo formidable para el crecimiento.
Está de moda afirmar que México vive una crisis del sistema de partidos. Eso es erróneo, pues en realidad se trata de una crisis de confianza en todas las instituciones. Hoy, 63% de los ciudadanos no le cree nada al Presidente, en comparación con 31% hace dos años (+32%). De 2013 a 2017, la confianza se desplomó: en el gobierno federal de 21% a 10%; en los gobiernos estatales, de 19% a 10%; en el Ejército, de 48% a 41%; en las iglesias, de 52% a 36%; en los bancos, de 18% a 9%; en las policías, de 13% a 7%; y, en los partidos de 12% a 7%. Esa crisis de confianza generalizada es el principal considerando para todo proyecto de futuro para México.
En Huatusco XV se planteó que el gran obstáculo para el crecimiento deriva de que ya no existe aceptación suficiente acerca del pacto constitucional fundamental, que funcionó a partir de la Constitución de 1917, durante los gobiernos del PRI.
Reconocer el agotamiento del Pacto es punto de partida para imaginar el futuro de México. Se requiere un nuevo pacto fundacional, pero los mexicanos no tenemos acuerdo acerca de lo que deseamos hoy, dada la nueva realidad mundial.
Hay un paralelo con el Contrato con la Nación del presidente Macron, donde señala que “transformaciones radicales han modificado la vida de los franceses y sus certezas... Sin embargo, replegarse a nosotros mismos, no querer ver el mundo como es, implica ignorar nuestro destino”.
México también requiere un ejercicio de reconocimiento de realidades y de autocrítica de nuestro acuerdo constitucional fundacional. Entonces, ¿hacia donde puede moverse México hoy? En términos generales, hacia una democracia social que proteja los derechos individuales y, a su vez, incorpore principios básicos de solidaridad social. Pero, ¿cómo lograr reformar leyes cuando prevalece un amplio incumplimiento del Estado de Derecho? No somos capaces de acatar como peatones las reglas más elementales en los cruceros.
Otro punto central es que, al perfilar un nuevo México se choca de frente con la precariedad fiscal del país (ingresos fiscales totales 19.7% del PIB en México, y 34.4% en la OCDE). Superar un Estado débil, incapaz de hacer que se cumpla la ley, de impartir justicia, y de fomentar el crecimiento económico, para constituir un Estado democrático fuerte, requiere de una base financiera sólida. Ese nuevo Estado mexicano demandaría que los ciudadanos exijan sus derechos y, al mismo tiempo, que cumplan con sus obligaciones, en particular pagar impuestos. ¿Estamos los mexicanos en condiciones de involucrarse en la formulación de ese proyecto, hacia la elección de 2018?
Socio de GEA Grupo de Economistas y Asociados / StructurA