He escrito, a lo largo de los muchos años, una decena de artículos googleables sobre el nudo gordiano que ha creado el secuestro del auditorio “Justo Sierra” de la UNAM por parte de un puñado de mentes muy simples. He descrito lo mismo su tonante praxis que sus congresos anarkos; su fervor por la iniciativa privada y sus riñas con la izquierda copilquense. Puedo agregar poco.

Pero me he topado con una reciente, extensa y sudorosa explicación que, desde octubre de 2015, circula en las redes sociales y que, me parece, extrae una elocuente radiografía del entredicho. La firma “Chk García” —residente del auditorio, abogado/a de “la lucha callejera”— y se titula “Dos rectores: 15 años de okupación del auditorio Che Guevara”.

Extraigo algunos párrafos del extenso escrito, para ilustración de indiferentes y pasmo de escépticos:

“Todavía no salimos del asombro: el pasado 3 de marzo de 2014 un grupo de porros organizados por la FECSM [la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México, que controla las normales rurales] tuvieron la osadía de intentar desalojarnos. No sin el aval de las autoridades universitarias este grupo entró al auditorio con lujo de violencia, golpeando salvajemente a los compañeros que hacían la guardia.

“En esa agresión participó un grupo numeroso de normalistas principalmente de la normal de Tenería, pero también gente de Ayotzinapa, gente que incluso participa en el comité estudiantil de esa normal como es el caso de David Flores Maldonado e Izcoatl Yonibeth Benito Coronado, denunciados por sus propios compañeros de generación como participantes en dicha agresión y que hacen acuerdos oscuros con el gobernador de Guerrero para obtener prebendas.

“Siempre pensamos que esa acción la haría la policía y resultó que supuestos compañeros de izquierda, que se han desenmascarado como policías, la realizaron. Tenemos un dolor doble, tanto por la desaparición y muerte de campesinos estudiantes de la normal de Ayotzinapa como por la agresión en contra nuestra por una parte de la FECSM. Si ellos son la revolución, esperemos que su revolución no triunfe.

“Antes de hacer cualquier estupidez que vuelva a incendiar la universidad es importante que reflexionen. A nivel político o económico no hay nada que negociar con la universidad. Si las autoridades quieren recuperar el Che no es para hacerlo más digno sino por el contrario para acabar con la dignidad. Quienes hacemos la universidad, quienes llevamos a cabo sus rutinas institucionales, de docencia, investigación, mantenimiento, y particularmente, quienes participamos de las actividades de difusión y creación cultural, no académica —lo que incluye al auditorio Che Guevara— tenemos grandes retos para no seguir permitiendo la privatización de la universidad, pero sobre todo para conseguir refundarla como una verdadera universidad que sea la conciencia crítica de la sociedad,

“Un congreso constituyente, democrático y revolucionario, sigue siendo la utopía del movimiento estudiantil en cuanto a la universidad se refiere.  No es el rector ni el consejo universitario quien ha de decidir sobre el auditorio, es con participación en los trabajos del auditorio que su futuro va a decidirse. La participación juvenil en la crisis social y política que vive el país ha ido creciendo y radicalizándose. Es responsabilidad de la universidad, pero sobre todo de los propios universitarios, que esa participación y conciencia vaya en aumento. Es en este proceso de trancisión (sic) que la creatividad política, teórico, práctica, social y cultural tiene que ser apoyada e impulsada, no desde arriba, sino desde abajo y a la izquierda, no solamente en pos de la transformación de la universidad, sino de la liberación anticapitalista. Para eso es que seguirá estando okupado el Auditorio Che Guevara.”

Esta fue palabra del camarada “Chk García”.

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