¡Ya tengo mi #PitoDeMancera!

Llegó a mis manos el objeto más deseado en la Ciudad de México: el #PitoDeMancera. Esto fue todo lo pasó antes de conseguirlo:

Miércoles 25 de mayo

Mancera anunció el silbato antiacoso, con las conocidas consecuencias de indignación, pitorreo y crítica.

Lunes 30 de mayo

Mi amiga Mirelle me dijo: “¡¿Ya fuiste por tu silbato?!”. Le contesté que no. Me dijo: “No puedo creerlo, ¡yo juraba que estarías ahí en primera fila para recibirlo y escribir de eso!”. Cielos, yo tampoco podía creerlo.

Ella, entre la vacilada y un deseo real de pitarle a los acosadores callejeros, había corrido por el suyo en cuanto se anunció. El boletín oficial de la CDMX decía que se podía conseguir en las oficinas de Justicia Cívica. Si buscabas en Google y en las páginas oficiales, decía que la dirección de dicha dependencia era Plaza de la Constitución #2, información que varios medios reprodujeron. ¡Pero no! Ya se habían mudado o quizá nunca estuvieron ahí. O sea: nadie en el gobierno se tomó la molestia de actualizar o poner claros los datos, porque pues el sistema se alimenta de fotocopias, comprobantes de domicilio y de las vueltas en vano que da la gente. Entonces Mirelle salió con las manos vacías.

Eso sí, la mandaron al domicilio quesque correcto: Xocongo 131, en la colonia Tránsito. Lo dejó para otro día, y quedamos de ir juntas.

Martes 1 de junio

Conociendo las mañas de la burocracia, mejor hablé por teléfono antes de proceder, porque coraje ir y que nos dijeran “No se puedem”. El problema era que el número de Justicia Cívica ya no existía, así que llamé al de Xocongo 131, que resultó ser una cosa llamada Dirección General de Servicios Legales.

Estuve marcando toda la mañana y sonaba ocupado, nadie contestaba, se oía una grabación que decía que el número no existía, no entraba la comunicación. Después de un par de horas, logré enlazarme... pero no era ahí. Musiquita de elevador, tiempo de espera, turiturirín turiturirín... Hasta que al fin:

–¿Justicia Cívica?

–¡Hola! Llamo por los silbatos antiacoso.

–Ah... espéreme tantito.

Cinco minutos más tarde me dijeron que no los podían repartir todavía porque había veda electoral, pero que a partir del 6 de junio habría pitos pa’ la banda, y que en la cuenta de Twitter (@JusticiaCivica) se informaría cómo, dónde y a qué horas recogerlos. Chido, porque hasta el momento no habían dado respuesta a quienes estaban igual de curioses que yo:

Lunes 6 de junio

En Twitter empezaron a decir que ya estaban los silbatos. Y todos sabemos que lo que se publica en Twitter es la verdad absoluta del universo.

Miércoles 8 de junio

Después de hacer ejercicio, Mirelle y yo nos fuimos a Xocongo 131. En el camino nos mamasearon un par de veces y nosotras ya queríamos tener el silbato de Mancera para pitarles en el oído a los acosadores. PRRRRRRT.

Al llegar, le preguntamos al policía dónde podíamos recoger nuestros silbatos. No tenía idea de qué estábamos hablando, así que fuimos con las recepcionistas.

–Uuuuuy, me parece que no han llegado –nos respondió una.

–Oiga, pero en Twitter ya están diciendo que pasemos a Justicia Cívica por ellos, ¿qué onda con eso?

–Voy a averiguar.

En eso apareció un tipo que aparentemente trabajaba ahí, en la Dirección de Servicios Legales, con su traje azul marino. Nos preguntó que qué queríamos, le dijimos, y entonces enunció:

–Ah, la pendejada esa de Mancera. Ese güey es puto, es homosexual, qué puede saber.

Las dos nos quedamos “de a seis”. ¿En serio? De todo lo que se podía criticar de los pitos, este güey estaba indignado... porque Mancera “es homosexual”. A ese nivel. De plano. Mirelle le dijo de cosas, yo estaba en shock y no sabía qué decir.

Total que las recepcionistas, un poco apenadas por las pendejadas de su compañero, nos dijeron que mejor subiéramos a Justicia Cívica para preguntar bien qué onda.

Eso hicimos. No creerán lo que pasó después.

NOS RECIBIERON.

Y NOS OFRECIERON AGUA.

Y CAFÉ.

EN UNA OFICINA DE GOBIERNO.

No aceptamos las bebidas porque qué tal que estaban envenenadas CON UNA PELIGROSA PÓCIMA DE DEMAGOGIA. Sí nos sorprendió que nos abrieran las puertas así nomás, sin saber quiénes éramos ni nada. Y no, no tenían los silbatos, pero sí platicamos con Mario Torres, director de Justicia Cívica, y Geovanna Herrera, su asistente. Nos aseguraron que los pitos sí llegarían, que ya los habían mandado a hacer, que mientras podíamos usar cualquier silbato (¡NOOOO!), que habían sido muy criticados pero que el día que se evitara una violación todo cobraría sentido.

Luego platicamos de otras cosas: de cuando el metro se usaba para ligar, de lo que hace Consejería Jurídica (el organismo al que pertenecen), de burocracia, de la marca ACME. No logramos nada pero la pasamos chingón.

Dejamos nuestros datos. Quedaron de comunicarse con nosotras cuando estuvieran los silbatos.

Jueves 30 de junio

Me mandó un mensaje Geo para decirme que ya están los silbatos. Semanario de lo insólito: ¡se comunicaron conmigo de una oficina de gobierno! ¡Y no para cobrarme!

Viernes 1 de julio

Fui a Justicia Cívica, que cabe mencionar está cerca de la taquería El Abanico.

Subiendo las escaleras, me topé con esto:

BERGA

A ver. No es un cartel oficial ni generado por algún organismo de la CDMX, sino por ese tal Ulises Eduardo Pérez Huerta, que es un cacagrande en el Sindicato Único de Trabajadores del GDF. El mismo sindicato que creó un bono exclusivo para hombres (clic). O sea, acá no podemos gritar RENUNCIA MANCERA.

Pero el póster habla de lo normalizado que tienen el machismo en esas oficinas y en el GDFAHORACDMX en general. ¿El abogadO y la secretariA? ¿Con esa foto de stock en la esquinita, que seguramente encontraron guguleando “jefe acosador voy a tener suerte”? ¿Sin que nadie lo arrancara, lo rayara, lo quemara? Tssss.

En la sala de espera de Justicia Cívica tienen estas publicaciones para que te entretengas.

La revista “hombres entacuchados en portada”, ¡pídala a su voceador!

Me dio gusto volver a ver a Mario y Geo. Me explicaron que por el momento sólo había 15 mil silbatos porque era un programa piloto, y que por eso sólo se los iban a dar a las personas que los solicitaran. Que la idea es que después sí se repartan “a manos llenas”.  Me chismearon que en otras dependencias los habían criticado un montón pero bien que ya estaban pidiendo los suyos.

Ellos estaban legítimamente esperanzados y entusiasmados con el pito. Dicen que en el metro hace falto algo así, porque afuera del vagón no tienes ningún mecanismo de alarma, y que a medio viaje los mismos usuarios no dejan que las mujeres acosadas jalar la palanca de emergencia, que le dicen que qué exagerada y que por su histeria no van a llegar tarde al trabajo. Lo creo perfectamente, porque sí, los mexicanos podemos ser una mierda (#NotAllMexicanos), entonces qué bueno tener un plan B para pedir que te hagan el paro.

Pero luego, ya que me había ido, pensé AGUARDEN UN SEGUNDO. En este contexto tan horrendo, ¿cómo mejora las cosas el silbato? Ante una sociedad que minimiza el acoso, que lo toma como una frivolidad, que si denuncias te llama histérica... ¿de qué va a servir el pito? Ahora vas a ser una frívola, loca, histérica... CON UN DISPOSITIVO QUE HACE RUIDO. O sea, pides que te hagan el paro, ¿pero quién? ¿Los usuarios que prefieren la impunidad de los delincuentes a llegar tarde al trabajo? ¿Los policías acosadores? No pos guau.

¿Dónde están las campañas para atacar el acoso de raíz? ¿Dónde está el plan para educar en las escuelas? ¿Dónde está el plan para educar FUNCIONARIOS? A los funcionarios que dicen que Mancera “no sabe porque es homosexual”, los que van al baile del “Día del abogado y la secretaria” y que “celebran” el 8 de marzo regalando “Diseño de imagen” y “Exámenes de próstata”.

Es lo mismo que con el refuerzo a la vigilancia en las áreas exclusivas de mujeres en el metro y metrobús. Chido, gracias, es un paro (cuando sí están, como tres horas al día), ¿pero dónde está el plan para que en un futuro no sea necesario la división en el transporte público?

ARRRRGHHHH.

Estamos tan mal por todos lados que, de alguna forma, creo que la campaña de “Tu denuncia es tu mejor defensa” no es completamente descabellada. Porque, en efecto, las mujeres no estamos acostumbradas a denunciar, a señalar, a contestar. Y aunque algunos acosadores ya están curtidos y actúan con absoluta tranquilidad, porque seguro tienen experiencia y saben que no les va a pasar NADA (cortesía de las autoridades que los solapan, respaldan y defienden), otros se sacan de pedo bien cabrón de que los enfrentes, y quizá si todas empezamos a responder se lo piensen dos veces antes de hacer sus pendejadas.

Pero no, nuestra denuncia no es nuestra mejor defensa. Mientras los policías te disuadan de proceder, mientras te tengan todo el día encerrada en una oficina, mientras te hagan UN EXAMEN PSICOLÓGICO PARA VALIDAR TU DENUNCIA, pues no sólo no es la mejor, sino que no sirve de nada nada nada nada nada nada que no que no.

Quiero ver eso, una señal chiquita oh mi vida de que el GCDMXEXDFCOMOSELLAME entendió cuál era el problema y muestre disposición a enfrentarlo, no sólo a brindar paliativos de efectividad dudosa.

***

Como sea, yo estoy feliz de que ya tengo el pito de Mancera y sí lo voy a usar. Por eso ya vendrá una segunda parte de esta emocionante saga.

Por lo pronto, les presento el unbolsing y las fotos:

La portada del folleto, con la campaña de “Tu denuncia es tu mejor defensa”, en colores rigurosamente de caja de Kótex:

El interior del folleto:

La parte de atrás:

El pito, marca Fox40, modelo Pearl, color negro (las recepcionistas de Servicios Legales estaban muy decepcionadas de que no fuera color rosita como tanto habían prometiodo):

Según el sitio de la marca, este dispositivo tiene las siguientes características (traducción pitera –AHAHAHA– mía):

1. El Fox 40^® Pearl™ es perfecto para quienes no necesitan un chillido ensordecedor, pero quieren hacer un ruido más allá de lo que pueda producir el ser humano y que sobresalga en el ambiente.
2. El tono bajo es ideal para deportes de campo.
3. No tiene partes interiores que se congelen, atoren o deterioren.
4. No falla, es consistente y confiable.
5. Entre más soplas, más fuerte suena.
6. Fácil de soplar, no se puede “sobresoplar”.
7. Está diseñado para vaciarse cuando lo sumerges en agua.
8. Se escucha por sobre el sonido ambiente, multitudes ruidosas, el ruido de motores, olas batientes y vientos huracanados.

Con lo cual concluimos que el pito es apto para acoso durante cascaritas de futbol, acoso subacuático y amenazas de hombres calenturientos en medio de un huracán.

El pito es hecho en Canadá, lo que quizá explique que cada uno haya costado 80 pesos, según esta nota de SinEmbargo.

Todo viene dentro de una bolsita para regalo marca Cristaline. En Justicia Cívica estaban muy preocupados porque seguro también de eso se iban a burlar, y pues sí:

Jijiji.

***

En Justicia Cívica nos hicieron mucho hincapié en que la marca ACME no existe. Hasta prepararon un power point que explica el origen del acrónimo. Está muy “godinámica”, aunque el texto no se entiende muy bien, se agradece el esfuerzo. Es como un gran “¿Sabías que...?” de las teles del Metrobús. Clic.

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Acá el formato que tienes que llenar para solicitar tu pito de Mancera. Lo puedes llevar listo o ellos te lo dan en el lugar. Originalmente querían pedir más información, para armar la estadística y medir si se había reducido el acoso en las rutas que usabas diariamente, pero no les dieron chance.

Acá están los juzgados donde sí habrá pitos de Mancera, por si quieren ir por el suyo (no se vale subastarlo al día siguiente en Mercado Libre, ¿eh?). Si alguien quiere ayudar a repartirlos, andan buscando voluntarias.