Como ha pasado con los últimos presidentes del PRD, Alejandra Barrales Magdaleno se ha enfrentado a una serie de conflictos al interior del partido.
La lideresa ha enfrentado desde la reciente revelación de la compra de un departamento en Miami, Estados Unidos, hasta las peticiones de algunos militantes perredistas para que deje la presidencia del sol azteca.
Recientemente, la designación de Juan Zepeda como candidato del PRD al gobierno del Estado de México, rumbo a los comicios de junio próximo, desató una serie de señalamientos por parte de aquellos perredistas que no fueron seleccionados en la candidatura. Tal es el caso de Javier Salinas, integrante de la corriente de Nueva Izquierda y quien incluso pidió la renuncia de Barrales ante las acusaciones de un proceso ilegal de selección del abanderado.
"Exigimos, como militante afectado, la salida inmediata de Alejandra Barrales de la dirigencia nacional del PRD, por su incapacidad de llevar adelante un proceso electoral legítimo, abierto y democrático y por negarse a adoptar las medidas correctivas que hicieran posible la elección del próximo domingo", dijo Salinas en conferencia a principios de marzo.
Barrales también ha encabezado la decisión de su Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de remover a Miguel Barbosa Huerta de la coordinación del PRD en el Senado de la República, lo que ha ocasionado una confrontación entre diversas corrientes que integran al sol azteca.
Antes de ser presidenta del PRD, como secretario de Turismo de la Ciudad de México en 2007, Barrales aceptó ser propietaria de una avioneta, adquirida en ese año con un socio.
