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La presión por el pago de pensiones crece a un ritmo de 10% anual, señaló el director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Mikel Arriola. Para este año, representa un costo de 70 mil millones de pesos y se prevé que para 2035 sean 105 mil millones de pesos derivado del “envejecimiento social” y la reducción de la población económicamente activa.

Arriola Peñalosa señaló que es necesario seguir generando eficiencias en el gasto, ahorros por las compras consolidadas de medicamento y material médico, licitación de servicios integrales e incrementos en los ingresos (cuando suben las tasas de empleo, también lo hacen las aportaciones para el IMSS). En este momento, la tasa de reemplazo es de 70%.

“La lógica es que la población económicamente activa financia las pensiones de la población que ya se retiró. Tenemos que enfrentar un régimen de jubilaciones y pensiones anterior a las AFORES que era de régimen definido y se incrementa en 10% anual. De aquí a 2035 no dejará de incrementarse la presión”, dijo.

En su ponencia sobre La situación actual de los sistemas de seguridad social en América, Mikel Arriola explicó que el IMSS tiene un pasivo del Régimen de Jubilaciones y Pensiones correspondiente a 230 mil trabajadores pensionados, por 2 mil millones de pesos que comenzó a pagarse en 1996 y que culminará en 2079.

Aunque este año el pago en pensiones y jubilaciones es de 80 mil millones de pesos, para 2035 será de 101 mil millones de pesos.

“En 2012 se gastaban 12 mil millones de pesos más y se prestaba 10% menos servicios en el IMSS; en 2016, el incremento en el ingreso es de 4.6% y el crecimiento del egreso es de 5.6%. En 2012, el crecimiento del ingreso era de 2.5% y el incremento del egreso era de 8.5%. Estamos haciendo importantes esfuerzos”.

El reto del instituto es reducir el crecimiento en el gasto e incrementar el ingreso. Se busca incentivar la permanencia, ofreciéndole a los médicos y enfermeras un bono salarial para que trabajen cinco años más después de su jubilación y así disminuir el nivel de incremento del Régimen de Jubilaciones y Pensiones.

Otro de los peligros que amenazan la viabilidad del instituto, es la transición epidemiológica. Esto quiere decir que en la década de 1970, 80% de la mortalidad en el país se atribuía a enfermedades infecciosas y lesiones; en la actualidad esto ha cambiado, puesto que 80% de las muertes son atribuibles a diabetes, enfermedades cardiovasculares y dos tipos de cáncer: de mama y próstata.

“De seguir el gasto en términos inerciales, de aquí a 2050 pasaríamos de un gasto en estas cuatro enfermedades de 76 mil millones de pesos hoy, a 344 mil millones de pesos. Esto combinado con la transición demográfica (que crecerá el número de adultos mayores que no pueden trabajar, en comparación con la población económicamente activa) haría insostenible el futuro de mediano y largo plazo del instituto”, explicó.

Durante la 28 Asamblea General Ordinaria de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS), Mikel Arriola rechazó que haya un debilitamiento en el crecimiento del empleo, y señaló que esta tasa se ha anualizado en 3.7%. Señaló que en los primeros tres años del sexenio, el incremento salarial de los trabajadores en términos de cotización real ha sido de 6%. “No sólo en este último mes sino en todos los meses se han generado incrementos, de manera anualizada de 3.7%, lo que crece la base recaudatoria del IMSS”.

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