Washington.— Las acusaciones de Donald Trump contra los inmigrantes mexicanos, a quienes acusó de ser violadores y criminales, se vuelven en su contra. Un incidente de supuesta violación denunciada por su ex esposa, Ivana Trump, en 1989, lo ha colocado en serios aprietos y obligado a su campaña a desmarcarse de uno de sus abogados que, al defender a Trump ante la prensa, aseguró que dentro del matrimonio no puede hablarse de una violación a la esposa.

“Eso lo establece la ley”, dijo Michael Cohen en defensa de Trump, pese a que el asalto y la violación contra una esposa o pareja sí está tipificado como delito en los 50 estados de la Unión Americana. Sus declaraciones desataron una oleada de reacciones, incluyendo del Comité Nacional del Partido Demócrata (DNC), cuya presidenta, Debbie Wasserman, afirmó en un comunicado que “este tipo de comentarios constituyen una bajeza. La violación es violación. Punto final. No hay diferencia o división entre ‘forzosa’, ‘legítima’, ‘civil’ o cualquier otra etiqueta que los republicanos pongan después de la palabra ‘violación’”. “Los estadounidenses han luchado demasiado duro para que toda violación sea reconocida ante la ley como un delito”, añadió Wasserman al pedir al liderazgo republicano desmarcarse de este tipo de pronunciamientos.

La historia sobre la acusación de violación fue publicada por The Daily Beast, que argumentó que, si el magnate acusó de criminales y violadores a los inmigrantes (principalmente los de origen mexicano), lo justo era revisar el historial del propio aspirante a la presidencia para determinar hasta qué punto su carácter y su autoridad moral eran incuestionables. Trump e Ivana llegaron a un acuerdo de separación ante los tribunales a comienzos de los 90, y la acusación no pasó de ahí.

“La historia publicada por The Daily Beast se basa en documentos ante una corte, testimonios de la ex esposa de Trump que dijo que se había sentido violada durante un incidente en 1989 en el que había tenido una discusión con su esposo”, dijo Sally Kohn, analista política. “Lo que ha olvidado Michael Cohen es que la gravedad de este asunto no es la acusación, sino el delito mismo de la violación”, añadió.

La campaña de Trump emitió un comunicado en el que se desmarcó de los pronunciamientos de Cohen y señaló que “nadie puede hablar por el señor Trump, salvo Trump”.

Casi de forma inmediata, Cohen emitió un comunicado en el que dijo que “en un momento de shock y enojo, hice un comentario inarticulado —en el que no creo—, por el que me disculpo totalmente”. La ex esposa del magnate, Ivana, también emitió un comunicado en el que consideró “sin méritos” la historia publicada por The Daily Beast. “Él y yo somos los mejores amigos y juntos hemos criado a tres hijos que amamos. No tengo más que afección por Donald y le deseo la mejor de las suertes en su campaña. Por cierto, creo que sería un presidente increíble”, fue el mensaje que difundió Ivana, sin mencionar los 25 millones de dólares que recibió tras su divorcio en 1991.

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