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Graco Ramírez Garrido, gobernador de Morelos, demandó legalizar la amapola para productos medicinales, pero nunca para consumo, por el daño que causa.

“Como en el caso de la marihuana, es pertinente tomar una decisión de raíz. Es evidente que este opiáceo es benéfico para la salud por sus cualidades para el dolor. Se puede extraer la codeína y la morfina, productos medicinales muy importantes que en países como España están bajo control del Estado, y que la industria químico-farmacéutica use como base la amapola y se pague buen precio a productores”, dijo.

El objetivo es monopolizar y controlar la producción de amapola por parte del Estado, que evite un mercado negro de consumo de heroína, expuso en entrevista con EL UNIVERSAL.

“Hoy, el negocio está en manos de delincuentes y productores de Guerrero, son gente pobre que vive en esa condición”, dijo luego de que el gobernador guerrerense, el priísta Héctor Astudillo, pidió regular la siembra de amapola.

Es una doble moral que en Estados Unidos exista el mercado y en México “estamos matándonos, en violencia. Es más que evidente [que] la propia circunstancia de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa obedece a ese mercado y a esa lógica delincuencial donde ha penetrado al manejo de policías”, declaró.

Graco Ramírez, miembro del PRD, puntualizó que es para fines médicos, porque la adicción a la heroína es muy grave, por ser una droga que causa daños severos.

“Por eso no hay discusión: es una droga altamente adictiva y ahí no discutimos que se pueda generar un mercado de consumo, a diferencia de la marihuana, que es menos dañina que el tabaco y otros productos, y se ha comprobado médicamente que, además, no genera acciones de violencia, sino otro tipo de conductas no proclives a la violencia; no es que la recomiende, pero no es de las que causa mayores daños como la heroína”, precisó.

Recordó que Guerrero se ha convertido en el mayor productor de la amapola que se va a Estados Unidos, y reveló que ha platicado este tema con otros gobernadores e incluso con el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, quien le ha dicho que —por ejemplo, la cocaína en esa nación— lo mejor es convertirla en una actividad económica legal para tener recursos para combatir los problemas de salud y de tráfico de estupefacientes.

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