México: punto de encuentro de culturas

Si aceptamos la teoría de que el continente americano se pobló gracias a los migrantes que llegaron a través del Estrecho de Bering, tendremos que asumir que, desde el territorio que hoy ocupa México hasta la Patagonia, todos sus pobladores pasaron por aquí.

Europa se acercó por primera vez a América tanto en la Isla Isabela como en la ocupada por los cohiba, pero en realidad conoció el continente americano por esa gran puerta de entrada que fue Veracruz; Occidente entró en contacto con Oriente gracias al puerto de Acapulco y a la Nao de China.

Los habitantes de aquella época, como la sociedad civil organizada de ahora, nunca han tenido una actitud pasiva o de indiferencia, siempre imperó en ellos una vocación de hospitalidad y de protección a quienes llegaban a sus costas, incluso desde antes de que México surgiera como Nación.

Los líderes culturales, políticos y sociales del resto del continente llegaron a él en busca de protección o de inspiración. Sirva como ejemplo la presencia de Simón Bolívar y el impacto que tuvo en su formación su estancia en nuestro territorio, a quien, en la Corte Virreinal, se le conocía como “El Caraqueñito”.

El primer acto jurídico de las fuerzas insurgentes fue el Bando expedido por Miguel Hidalgo, el 18 de octubre de 1810, por el cual abolió la esclavitud, a sólo un mes del Grito de Independencia; México fue uno de los primeros países en los que tuvo lugar, en tanto que en otros puntos del continente habría que esperar casi 100 años.

En los aciagos siglos XVIII y XIX, fueron múltiples los pensadores y luchadores sociales que acudieron a nuestros lares, hombres que han hecho historia en sus lugares de origen y son emblemas universales, como Mariátegui, Sandino o José Martí.