Torreón.- El grupo de migrantes que estuvieron varados por una semana en , arribó este miércoles en tren al municipio de Torreón, Coahuila, donde contaron que buscan descansar para seguir su camino hasta Chihuahua.

Fue alrededor del mediodía que una caravana de cerca de 2 mil migrantes bajó del tren y comenzó a caminar por la ciudad, buscando iglesias y refugios para hidratarse, comer y descansar.

Gustavo Herrera, migrante venezolano de 27 años y Artur Mota, migrante brasileño de 37 años, llegaron hasta el Centro de Día para Migrantes ‘Jesús Torres Fraire’, en búsqueda de agua y alimento.

“Estuvimos varados en Cabañitas de Felipe Pescador, tres días, avanzaron, llegamos a un pueblo extraño, medio fantasma, nos volvieron a avanzar, otro día. Desde que salimos una semana, nos atraparon en Cañitas de Felipe Pescador… es un proceso muy duro”, dijeron los dos migrantes mientras esperaban en la fila para pasar al refugio. En cuestión de minutos se formó un contingente de cerca de 50 migrantes que esperaban y entraban al Centro para recibir agua y alimento.

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“No sabemos qué va a pasar en la próxima media hora de nuestra vida”, dijo el brasileño Artur sobre su camino y sobre cuándo subirían nuevamente el tren. Ambos se conocieron en Juchitán, y desde entonces viajan juntos.

Concepción Martínez, coordinadora del Centro de Día, comentó que los migrantes comenzaron a dispersarse cuando bajaron y cerca de 150 llegaron al albergue. Refirió que llegaron muy desesperados, angustiados, enfermos o deshidratados. “¿Hay un Oxxo cerca?”, preguntó Gustavo. Los dos quieren cargar su celular para hablar con sus familias.

El grupo de migrantes que estuvieron varados por una semana en Zacatecas, arribó este miércoles en tren al municipio de Torreón. Foto: Francisco Rodríguez - EL UNIVERSAL
El grupo de migrantes que estuvieron varados por una semana en Zacatecas, arribó este miércoles en tren al municipio de Torreón. Foto: Francisco Rodríguez - EL UNIVERSAL

En diversos sitios cercanos a las vías del tren, había elementos de la Guardia Nacional y del Instituto Nacional de Migración. Sin embargo, Gustavo dijo que es muy difícil frenarlos.

“Son cuatro combis, nosotros somos dos mil, no pueden. Hacen su trabajo, pero somos muchos”.

Sobre la carretera, con rumbo a los patios traseros de Ferromex, al sur de la ciudad, un grupo caminaba en búsqueda de una iglesia. A las 2 de la tarde, el sol en Torreón rondaba los 40 grados y el asfalto era abrasador. Decenas de migrantes también arribaron al Centro Social Católico Santiago Apóstol, donde los migrantes buscaban un plato de comida.

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Artur reconoció que es incómodo su paso para las autoridades, pero aseguró que no buscan quedarse en México. “No queremos tomar tu empleo, tu casa, tus autos, solo estamos de paso. Tenemos que pasar por México”, platicó.

Los migrantes desconocen cuándo volverán a subir al tren, pero refirieron que su destino es Ciudad Juárez. Gustavo quiere llegar a Oklahoma, Artur a Florida.

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sg/cr

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